Sobre la vida de Josep Victori Llovera
EL FIN DE UN ICONO
El cierre del Victori Cocktail Bar, en 1995 supuso una verdadera debacle en la ciudad. Arcadi Espada lo resumió en el título de su crónica de El País: «Cierra el Victori y el abatimiento se cierne sobre el mundo.»
El Señor Victori nos ha dejado en medio de esta época difícil marcada por el COVID. Nos pusimos tristes porque él, que hizo compañía a tanta gente, tuvo que morir solo… Alivió las penas de tantas personas… Guardó tantos secretos… PEPITO, como lo llamaba la gran familia que formó, está en los mejores recuerdos de cada uno de ellos.
FORMA IMPECABLE
En su tarjeta hizo escribir «Barman de cabecera». Al fin y al cabo, ¿qué es un barman sino una variante de psiquiatra? En el desempeño de su oficio fue muy estimado por todos: prensa, jefes, ayudantes y clientes. Las memorias de Josep Victori, escritas por él mismo, son una crónica muy valiosa para descubrir los modos y costumbres de la posguerra en Barcelona. La ciudad vista desde los bares, con el detalle, el metodismo, la precisión y la meticulosidad, el olfato fino, el paladar privilegiado y los colores de los recuerdos de Victori. Todas son características de peso cuando de preparar un coctel delicioso se trata.
MEMORIA PRODIGIOSA
«Pepe lo sabe todo, lo recuerda todo, los nombres de los locales, de los barmans, sus compañeros, y habla de ellos con una gran simpatía, con una gran generosidad. Hay que ver la mar de anécdotas que sabe, que cuenta este hombre, y las que se calla, porque la deontología de la barra, pese a lo que algunos puedan creer, iguala, cuando no supera, la del confesionario… ¿Por qué, Pepe, no te decides a escribir tus memorias?»
Joan de Sagarra. La Vanguardia, Vivir en Barcelona, domingo 22 de febrero 2004
JOSEP VICTORI
¿Quién era? Un ser meticuloso que, tras jubilarse decidió cumplir el sueño de escribir unas memorias. Cuando en familia se decidió que el matrimonio iría a vivir a una residencia, su hija Marta encontró el manuscrito en casa. Había recortes de prensa, fotografías, páginas mecanografiadas y páginas escritas a mano. Todo estaba cuidado, su letra perfecta, ordenada, semi inclinada y perfectamente comprensible, el material bien ordenado… Impecable. Y por supuesto el contenido interesante, inédito, muy valioso.
MARTA VICTORI
Su hija Marta llegó hace unos años a Memorias Ediciones. Me dijo: “quiero escribir un libro sobre mi vida. De hecho, ya he empezado, pero quiero que me guíes en el proceso”. Así lo hicimos y con todo lo que ha vivido durante el proceso, ya lo tiene casi listo. Yo no quiero terminar este post sin felicitar a Marta, que ya es mi amiga para siempre, por ser tan buena hija, tan buena hermana y tan buena madre. Una persona que nos ha dado una lección de dulzura, suavidad y coraje.
Rosa Serra Majem
Fundadora y Directora de Memorias Ediciones