La sabiduría de nuestros abuelos se está perdiendo. Si ellos son la voz de la experiencia, ¿por qué no los escuchamos?

Nuestros mayores pueden seguir contribuyendo de manera esencial al buen funcionamiento de la sociedad:

La experiencia de las personas que ya han pasado por lo mismo que nosotros a todos los niveles, profesional y personal, ha de ser escuchada. Hay un enorme capital humano que puede ayudar a la sociedad por su valía anterior. Muchas personas jubiladas, que han sido muy valiosas en sus áreas profesionales, o de formación, y también en sus roles familiares, pueden ayudar y enseñar a los demás. Serán momentos donde jóvenes y mayores tendrán que hacer piña para conseguir sus objetivos. La edad cada vez es más intemporal, los mayores son súper activos y dinámicos, y los jóvenes poco motivados. Lo importante es que remen todos juntos.

Pilar García Gil

Las personas de edad son las que nos dan los valores

Los valores no son simplemente palabras, sino nuestras guías y nuestros motivos de vivir. Son las causas por las que defendemos y por las que luchamos. Podemos abrir nuestros brazos al cambio, pero nunca perder nuestros valores. Los valores definen los pensamientos de las personas y la manera en cómo desean vivir y compartir sus experiencias con quienes les rodean.

También existen valores que son compartidos por la sociedad y que establecen los comportamientos y actitudes de las personas en general, con el objetivo de alcanzar el bienestar colectivo.

¿Cuántas veces hemos escuchado decir que los valores se están perdiendo?

Los abuelos estarían encantados de ir a las escuelas, por ejemplo. Estarían encantados si los integráramos en la sociedad y aprovecháramos su valor añadido. En cambio, nuestra sociedad tiende a descartarlos, apartarlos e incluso discriminarlos.

En 2030, la población de más de 60 años puede alcanzar los 1.400 millones.
Está claro, por tanto, que es necesario que prestemos mayor atención a las necesidades y desafíos particulares de las personas mayores.

No se trata meramente de una cuestión de edad y de estadísticas, se trata de que no echemos a perder la experiencia.

UN LIBRO DE MEMORIAS

En Memorias Ediciones nos sumamos al objetivo de valorar la experiencia de nuestros mayores, ayudándoles a dejar un legado escrito.

¿Por qué dejar un legado escrito?

Para trascender. La trascendencia es el mejor legado, la herencia más valiosa. Dejar un legado escrito puede ser trascendental para que la experiencia no se pierda.

¿Qué significa ser trascendental?

Es decir lo importante, lo valioso, aquello que es capaz de trascender por su propio peso. A partir del hecho de escribir las experiencias propias, se trata de hablar de lo más esencial, de todo aquello que proviene de la filosofía vital de la persona. Es la sabiduría que las personas de edad pueden transmitir a las nuevas generaciones.

Me preguntan: ¿cuál es tu legado? La búsqueda puede ser complicada, pero en realidad debería ser simple: yo soy padre, soy hijo, soy hermano y soy amigo. Yo soy mi música y tu sonrisa. Soy las calles de Nueva York y Puerto Rico. Trato de tocar la vida del mismo modo en que han tocado la mía. Yo vivo para, de alguna manera, dejar mi huella.

Marc Anthony

¿A quién no le gustaría dejar su huella en este mundo?

¿Qué estela quiere dejar Ud.?