Biografía Toni Millet - La Fortuna de Viure

Toni Millet

La fortuna de vivir

A Nati y a Neus
A mis hijos y a mis nietos
A la vida

“Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida.”
Pablo Neruda

Me hace ilusión que mis nietos lean mi vida, sobre todo como fue mi infancia, tan diferente de la suya. Me gusta pensar que, cuando yo no estaré, se mirarán este libro y comentarán la jugada familiar.
Mi experiencia personal es dura, pero, a pesar de las desgracias, sé que soy un afortunado. Lo peor que hay es sentirse un desgraciado. Yo la sé disfrutar, esta vida. Me gustan mis espacios de soledad, no le tengo ningún miedo, al revés, cargo pilas porque si siempre estoy con gente, las pilas se me van agotando.
Me gusta mirar el mar, pasear por el bosque, ver la luna y las estrellas.
Como un niño …

Me gusta una cita de Séneca que dice: «Tenemos dos orejas y una sola boca para escuchar el doble de lo que hablamos». Lo digo yo, que soy hablador por naturaleza. He sido 34 años profesor y me encanta hablar, después de hacer de profesor durante tantos años, charlar no es un problema, me puedo enrollar mucho, me da igual una hora, dos o tres. Dicen que soy bromista y risueño. El sentido del humor me viene de mi madre, que siempre fue divertida, a pesar de las circunstancias que le tocó vivir. Se quedó viuda más joven que yo, a los 33 años. Sólo hacía nueve años que se había casado y que había terminado la guerra. España era en plena posguerra.
Pienso que la vida no tiene sentido sin los demás: la familia, los amigos, los compañeros, los vecinos… Necesitamos la comunicación con los que nos rodean y es importante tener la capacidad de relación y de empatía con todas las personas.