
Eloina Salvado Beltrán
Si vas al ball, has de ballar
Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.
Albert Einstein
El primer día que escuché en casa “Eloïna, si vas al baile tienes que bailar”, yo debería de tener 12 o 13 años y me preguntaba: ¿Qué quieren de mí? ¿Qué quieren decir? Lo escuché muchas veces más, y con el tiempo lo entendí. Es una buena filosofía, quiere decir que, si la vida te presenta una situación, tú te tienes que poner de tu parte y hacerlo el mejor que puedas para salir de ella. Sin lamentos, sin preguntar porque te ha tocado a ti. Tienes que salir adelante. ¿Estás en el baile? ¡Pues baila!
La mama lo pasó muy mal cuando me marché de Benifallet. Antes de marchar, durante los cinco años de festejo con Josep, El Barcelonés, cuando la mama me veía ensartada arriba de todo de un melocotonero, me decía:
-Ay pajarito de bosque… ¿Qué harás tú, encerrado en una jaula?
-¡Ay mama! -le decía yo mientras pegaba un salto a tierra- ¡suéltalo!
-¡Estás loca o que con estos saltos! -gritaba la mama- ¿te piensas que eres Tarzán?
¡Cómo nos queríamos mis padres y yo! Pero en el pueblo no había nadie que me gustara de verdad, y al de fuera le costó mucho convencerme porque yo quería disfrutar mi juventud. No quería ser madre a los 19 años como la mama, a pesar de que, era divertido que nos lleváramos tantos pocos años. Cuando íbamos a Tortosa a comprar, bocado echaban piropos a las dos porque parecíamos hermanas.
El campo, la tierra y la vida han sido mi universidad y gracias a ella pude criar tres hijos en unas circunstancias muy duras. Ellos todavía eran pequeños cuando su padre se murió y yo tuve que empezar de cero. La mama me había enseñado a no desfallecer, de forma que solo tenía un camino, el de salir adelante. Y es el camino que tomé. Se ve que tengo el carácter como el papa y la fuerza de la mama, y encuentro que es una buena combinación. estoy agradecida. Me tengo que sentir orgullosa de mi vida y de todos los que me precedieron. Gracias a ellos soy aquí, gracias a ellos soy quien soy, de forma que agradezco de todo corazón su vida, tanto como la mía.

