Miquel Serra Ribas

Cuando el círculo empieza a cerrarse, es cuando se entiende la vida como un misterio infinito que se manifiesta más allá del tiempo y el espacio. Todo tiene un sentido, que va desvelándose poco a poco. Es entonces cuando una chispa de luz nace al fondo del corazón.

Cuando el círculo se cierre todavía crecerán las flores y, al amanecer, saldrá el sol.

Si nada nos salva de la muerte, que el amor nos salve de la vida.

Pablo Neruda

«El tiempo siempre pasa muy deprisa, pero cuando te vas haciendo mayor no es que pase deprisa, es que pasa volando». Así explicaba mi madre la sensación del paso del tiempo que las personas tenemos a partir de una edad avanzada.

No sé si es el tiempo o son las vivencias, pero es muy cierto que hoy, cuando ya soy un abuelo más o menos respetable, tengo la sensación –como decía mi madre– que casi sin darme cuenta he llegado al tramo final de un camino que al comienzo se veía incierto y largo.

                Quizás porque ya tengo muchos años y empiezo a ver las cosas con algo más de distancia, siento la necesidad de explicar, a quien quiera leerlo, mis emociones más íntimas y derramar mis recuerdos en unas páginas más o menos autobiográficas que, por otro lado, reflejan sentimientos. Creo y he creído siempre que la vida se vive más de adentro hacia afuera que a la inversa; porque también creo que las vivencias solo tienen sentido si se explican desde el corazón, más que desde unos hechos más o menos reales.

Me gustaría que estas páginas fueran un verdadero homenaje a todas las personas que he ido conociendo en el transcurso de mi vida. A muchas de ellas quizás ni las recuerdo, pero que nadie dude que todos, amigos o menos amigos, han tenido un papel importante y que de todos he aprendido algo.

Para algunos, la vida es la experiencia que tenemos desde el momento del nacimiento hasta el momento del traspaso. Vista así, la vida es como una línea recta entre dos puntos, una experiencia única, irrepetible y sin sentido, entre dos vacíos infinitos.

Yo creo que la vida es más bien como una espiral infinita, que empieza y, al acabar, vuelve a empezar. Es como un conjunto de experiencias que imitan la misma naturaleza; después del invierno siempre llega la primavera, después del otoño siempre empieza el invierno.

He escrito esta compilación de vivencias sin otra pretensión que la de explicar a los míos de manera resumida y más o menos real aquello que he vivido hasta hoy.

Alforja, 25 de marzo de 2024